viernes, 25 de enero de 2013

          Lazio vs Roma:Pasión en Roma






Sea cual sea la clasificación del AS Roma y del Lazio, los dos gladiadores de la época moderna se entregan a fondo en el campo del Estadio Olímpico.

Los orígenes:

Al empezar el decenio de 1920, Roma tenía nada menos que ocho clubes en la primera división regional. Italo Foschi, presidente del Fortitudo Pro Roma, consideraba que para rivalizar con los potentes equipos del norte había que fusionarse, al igual que sucedía en varias ciudades, como Florencia, Nápoles o Bari.

El 22 de julio de 1927, Alba Audace, Roman y Fortitudo se unieron para formar la Associazione Sportiva Roma, adoptando el emblema de la Loba del Capitolio y los colores amarillo y rojo, antaño del Fortitudo. De 1929 a 1940, el AS Roma jugó en el estadio del Testaccio, en el barrio del mismo nombre, sin duda el más popular de la capital y construido por Silvio Sensi, abuelo del actual presidente.

El Lazio pudo haber entrado en esta fusión, pero el general Giorgio Vaccaro, miembro del club y futuro presidente de la Asociación Italiana entre 1933 y 1942, se opuso rotundamente.

La Società Sportiva Lazio, por su parte, nació el 9 de enero de 1900, por iniciativa de nueve jóvenes romanos. Reunidos en la Plaza de la Libertad, donde aún hoy se congregan cada año numerosos hinchas para celebrar el aniversario del club en la noche del ocho al nueve de enero, se inspiraron en el ideal deportivo de los Juegos Olímpicos de Atenas de 1896, lo que explica el color azul claro de la camiseta del Lazio, semejante al de la bandera de Grecia.

El SS Lazio es ante todo un gran club polideportivo, que abarca una treintena de disciplinas. Su sección de fútbol, instituida en 1902 y oficializada en 1910, es la sexta más antigua de Italia.

El primer duelo entre ambos equipos romanos se saldó con victoria del AS Roma el 8 de diciembre de 1929, en el campo del Rondinella, gracias a un gol de Rodolfo Volk. El Lazio tuvo que esperar al 23 de octubre de 1932 para adjudicarse su primer triunfo (2-1), con tantos de Alejandro Demaria y José Castelli.

La cita prevista para el 11 de marzo de 1956 tuvo que ser aplazada por una fuerte nevada, algo sin precedentes en la historia del fútbol romano. El Lazio acabó imponiéndose (1-0) el 4 de abril de 1956, una vez que regresó el sol.

El delantero sueco Arne Bengt Selmosson, que militó en el Lazio entre 1955 y 1958 y en el Roma de 1958 a 1961, es el único futbolista que ha marcado en el derbi con ambos equipos.

Sólo el romano Vincenzo Montella ha logrado cuatro goles en estas contiendas (1-5, el 11 de marzo de 2002).

El legendario capitán del AS Roma, Francesco Totti, presenta la particularidad de poseer el récord de derbis disputados, con 30 participaciones, aunque también es el que más ha perdido (11). A modo de consuelo, en esta insólita clasificación aventaja por muy poco al también mítico Silvio Piola (10 derrotas).



Sea cual sea su resultado final en la Serie A –Liga italiana-, los partidos que disputan ambas escuadras entre sí dictaminan cuál de los dos tendrá que estar durante un tiempo a la sombra de su rival en la ciudad imperial. Los comentarios de los romanos y varias pintadas en la calle así lo demuestran. La gran mayoría de ellas las hacen los ultras: los Irriducibili –Lazio- y el Commando Ultra Curva Sud –Roma-.

El Commando Ultra Curva Sud se fundó en el año 1977, fruto de la fusión entre los grupos Guerriglieri della Curva Sud, Pantere, Boys y Fossa dei Lupi. A finales de los 80, ciertas discrepancias dentro del grupo hacen que esté a un paso de desaparecer. En esta época, además, la Curva, que hasta entonces ideológicamente era más de izquierdas, se desplazó cada vez más a la derecha. A mediados de los 90 todo se calmó y las aguas volvieron a su cauce hasta hoy, en la que la sección AS Roma Ultras les ha vuelto ha relanzar.

Los Irriducibili, por su parte, surgen en 1987 en la disputa del Lazio–Padova en una época de transición del club. Su ideología está muy clara: son claramente partidarios de la ultra derecha y nacionalistas. Su manera de actuar desde sus inicios causó furor en el movimiento ultra, tanto italiano –donde poco después se crearon Irriducibili Inter y Juve- como europeo, donde causan gran respeto y admiración. Su estructura, además, es casi militar, con un capo y dos vicecapos.

De hecho, pese a que en los últimos años jugadores muy importantes han vestido la camiseta biancoceleste, ellos prefieren quedarse con otros que destacaron más por lo que hicieron fuera del campo que sobre él, como son Paolo di Canio o Paul Gascoigne. El primero nunca escondió su simpatía por la ideología de Benito Mussolini y se ganó a los hinchas tras despedirse en un derbi con un saludo fascista.

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