Atila Kasac

Nacido el 21 de Septiembre de 1968 en Becej, Serbia.

Debutó en las filas del FK Vojvodina, dondé militó entre las temporadas 1985/1986 y 1990/1991. Tras tres temporadas en el FK Bečej fichó por el CD Logroñes, club en el que tan sólo disputó once partidos (tres como titular) durante su primera temporada, sin llegar a marcar ningún gol.

Tras una segunda temporada en segunda división con el equipo riojano, volvió al FK Bečej donde jugó media temporada. Se retiró esa misma temporada en el Budapest VSC.

Llegó a ser internacional con la selección de Yugoslavia.

Este delantero serbio llegó al Club Deportivo Logroñés esa temporada, procedente del Becej, donde adquirió fama de goleador. El equipo riojano buscaba en él un sustituto de garantías a Oleg Salenko, que había recalado en el Valencia tras su gran Mundial de Estados Unidos. En esa etapa, Marcos Eguizabal, presidente de la entidad, entabló negocios con un representante serbio y el equipo se llenó de jugadores balcánicos. El año anterior había llegado el delantero Dejan Markovic, y además de Atila, aterrizarían el entrenador Blagoje Paunovic (cuyo hijo es Veljko Paunovic, ex jugador de Atlético, Mallorca, Oviedo, Tenerife y Getafe, entre otros, y merecedor de un post aparte en este blog) y el defensa Nebojsa Gudelj (hermano del ex delantero Celta, Vlado Gudelj).

Por eso o por otra cosa, ese Logroñés fue uno de los peores equipos de la historia de la Liga, acabando la competición con solo 13 puntos y descendido muchas jornadas antes de la finalización del campeonato, siendo colista en 34 de las 38 jornadas de esa temporada.

Una de las causas fue el fichaje de Atila Kasac. Apenas jugó tres partidos de titular (participó en 11 en total) y no marcó ningún gol. Su estilo desgarbado y heterodoxo a la hora de correr recordaba al del racinguista Dimitri Radchenko, si bien la distancia futbolística entre ambos se reveló abismal. Ya en Segunda, la campaña siguiente, el serbio no jugó un sólo partido y en abril de 1996 se desvinculaba del club. "Por fin se ha acabado la pesadilla. Lo he pasado realmente mal en lo personal y en lo profesional al no jugar nada", acertó a decir en su despedida.