jueves, 28 de febrero de 2013

               Real Avilés Club de Fútbol






La industriosa ciudad de Avilés es cuna del fútbol en el Principado de Asturias y uno de los bastiones del fútbol español. La historia de este deporte arranca en 1903 gracias al esfuerzo de Ramón Fernández Arenas, “Ralla”, propietario de una academia de inglés y contabilidad que había vivido en Estados Unidos y pregonaba el ejercicio del béisbol. Pronto se dio cuenta que este novedoso sport no cuajaba entre sus alumnos y tras conocer a Jesús Gutiérrez y Eusebio Abascal Álvarez, dos avilesinos que habían cursado sus estudios en el Reino Unido, los tres decidieron permutar el béisbol por el fútbol, un deporte que sí gustaba a la juventud por sus características. Con la idea de fomentar el deporte como medio de salud e higiene nace tras reunión efectuada en el Teatro Circo Somines en ese mismo año el Avilés Sport Club bajo la presidencia de Alberto Solís, sociedad que practica ciclismo, atletismo y fútbol, disputando su primer encuentro el 11 de octubre de 1903 en el Prado de Pachulín frente al Oviedo Foot-ball Club con resultado de 0-0.

La neonata entidad avilesina que viste camisa blanca con pantalón negro se traslada el 1 de mayo de 1904 al Campo del Carnero, feudo dotado con velódromo, pistas de tenis y área para tiro de pichón, dándose la circunstancia de la aparición en 1905 de la Sociedad Obrera Industrial, entidad que también tiene el fútbol como una de sus prioridades. En 1906 ambas sociedades deciden unir su trayectoria y fruto de ello terminan fusionándose el 17 de octubre dando lugar al Círculo Industrial y de Sport Avilesino presidido por Manuel G. Wes. El ciclismo – de gran implantación en la época -, se convierte en la principal actividad de la sociedad, pasando el fútbol a ocupar un segundo plano aunque numerosos son los encuentros disputados frente a clubs de Oviedo y Gijón principalmente. En 1909 el club asturiano tiene el honor de acudir junto a otros ocho a Madrid donde se celebran las reuniones previas para la creación de una federación a nivel nacional que desembocarán más tarde con la formación dela Federación Española de Clubs de Foot-ball.

Con el cambio de década el fútbol ha alcanzado un peso dentro de la sociedad y en la ciudad surgen otras entidades como el Sporting Avilesino en 1912, conjunto que rivaliza fuertemente con el Círculo. En 1915 desaparece el Círculo Industrial y de Sport Avilesino y con él la práctica de fútbol del Campo del Carnero, sede de varios Campeonatos de España de ciiclismo, surgiendo el Lightning Club “el Relámpago”, sociedad que viste camisa con pantalón blanco y que empieza a despuntar, siendo el hecho más destacado a nivel regional la constitución dela Federación Regional Cantábrica de Clubs de Foot-ball con sede en Oviedo que engloba a clubs cántabros y asturianos.

El año 1915 depara además la creación del Stadium Avilesino, una sociedad gestada en la Cofradía de El Bollo que es inscrita en el Registro Provincial de Asociaciones el 18 de marzo bajo el epígrafe de “Sociedad de cultura física, arte y Sports”. La nueva entidad que viste camisa grana con pantalón blanco es presidida por Ramón Fernández Arenas, gestor del antiguo Sport Club Avilesino y pronto es inscrita en la incipiente Federación Regional Cantábrica en Primera Categoría, jugando desde 1916 en el Campo del Playón de San Juan de Nieva y codeándose con los principales clubs de Oviedo, Gijón, Mieres, Langreo y Santander. Sin embargo el paso del tiempo no favorece al deporte local y en 1918 la actividad decrece hasta prácticamente desaparecer, entrando el fútbol en una lenta agonía de la que le resulta difícil salir.

La apatía reinante es finalmente vencida en 1919 cuando, tras un breve paréntesis, resurge el Stadium bajo el nuevo nombre de Stadium Club Avilesino abanderando el fútbol local y recogiendo en su seno a directivos y jugadores procedentes de todos los clubs avilesinos de antaño. La iniciativa basada en la unión es exitosa y en agosto de 1920 se proclaman Campeones de Segunda Categoría a nivel nacional tras imponerse al F.C. Martinenc, de Barcelona, por 3-2 en encuentro disputado en El Molinón gijonés en medio de un ambiente favorable a los catalanes. Este triunfo hace que su terreno de juego quede pequeño para la afición y se construya el Campo de Las Arobias, inaugurado el 28 de agosto de 1921. Ese mismo año de 1921 nace el Shooting F.C. cuya figura es Colás Arenas.

En 1923 el club permuta su camisa granate por una blanquiazul gracias a las gestiones del avilesino Eusebio Fernández quien había sido vicepresidente del Real C.D. Español, de Barcelona, solicitando y consiguiendo el 28 de octubre de 1925 por parte de S.M. El Rey D. Alfonso XIII el título de Real, hecho que le permite cambiar a Real Stadium Club Avilesino. Bajo esta denominación perdurará hasta 1931, año el que se instaura la II República y adopta el anterior de Stadium Club Avilesino, ascendiendo en su peregrinar deportivo hasta alcanzar la Segunda División en 1934.

Tras el paso de la Guerra Civil cambia a Real Avilés C.F. en 1941 gracias en parte a una solicitud efectuada hacia el Gobierno y de otra por la Ley que prohíbe el uso de extranjerismos. Los blanquiazules serán los protagonistas en la ciudad durante muchos años conquistando numerosos triumfos y títulos como el Campeonato de España Amateur de 1940, haciéndose un hueco en el fútbol español y obteniendo varias presencias en Segunda División como las inmediatas a la posguerra de las temporadas 39/40 y 40/41, amén de numerosas participaciones en Tercera División. En la campaña 43/44 consigue formar parte de la reestructurada Tercera División que el Estado desea convertir en la categoría de los clubs humildes, inaugurando el Estadio de la Exposición de Ganado el 26 de septiembre de 1943.

A finales de los años cuarenta, durante la época de posguerra, la producción de acero y derivados a nivel nacional era escasa y deficiente, siendo interés preferente del Gobierno la creación de un complejo sidero-metalúrgico que cumpliera con las expectativas depositadas para disponer de un gran centro fabril. Este dispuso ubicarlo por su nivel estratégico en la pedanía avilesina de Llaranes, constituyendo el I.N.I. en 1950 la Empresa Nacional Siderúrgica S.A., – Ensidesa -, una industria que haría pasar la localidad de poco más de trescientos inquilinos a cerca de ocho mil en apenas unos años. Finalizado el Campeonato 55/56 el Real Avilés C.F. acababa de ascender a Segunda División y en Llaranes el fútbol no era ajeno a los intereses tanto de sus habitantes como de la ”empresona”.  Con un buen apoyo económico por parte de la siderúrgica y el empeño de algunos aficionados el 5 de septiembre de 1956 es creado el Club Deportivo Llaranes, inscribiéndose el 21 de ese mes en la Federación Asturiana donde queda  emparejado con los clubs de Segunda Regional.

La sociedad avilesina, que tiene su sede en el Centro Cívico local y viste camisa granate con pantalón negro siendo presidida por Baltasar Suárez, se inicia siendo sexto durante la campaña 56/57 para ser séptimo en la edición 57/58 y Campeón en la temporada 58/59, estando perfectamente estructurado con un equipo de juveniles que participa en los torneos de empresa del Frente de Juventudes donde conquista varios campeonatos regionales y un tercer equipo que lo hace en Educación y Descanso con los mismos éxitos. La marcha de la entidad es imparable, estrenando el 31 de agosto de 1958 el Campo de Santa Bárbara, un recinto más idóneo del que venía disfrutando en las instalaciones anexas a la empresa además que deportivamente se alcanza la Primera Regional donde se debuta en la campaña 60/61.

El comienzo de los años sesenta es inmejorable y al término de la campaña 60/61 consigue ascender a Tercera División, una categoría donde se encuentra el Real Avilés C.F. con el cual se van a mantener apasionantes duelos de rivalidad. Son años excepcionales para la afición avilesina que tiene dos de los mejores clubs de la categoría, permaneciendo los blanquiazules en lo más alto de la cima al acecho de una Segunda División que se les escapa continuamente de los dedos de la mano mientras los granates crecen deportivamente y se ven reimpulsados a partir de 1965 con la ayuda de la “empresona” quien les da nombre a partir del 22 de junio de 1965 bajo el nombre de Club Deportivo Ensidesa.

El conjunto de Llaranes es subcampeón de Liga en la temporada 67/68 tras el imparable Real Avilés C.F. en una edición en la que compite el también conjunto avilesino Carbayedo C.F., sociedad fundada en 1928 que viste camisa blanquiazul con pantalón azul la cual finaliza decimocuarta y pierde la categoría debido a la reestructuración de la misma. Los industriales obtienen una nueva oportunidad para ascender, desperdiciándola al ser superado por la S.D. Eibar; 0-0 en casa y 2-1 en Ipurúa, encuentro este donde no puede alinear al joven Quini por lesión. Pese a las sucesivas reestructuraciones que padece la Tercera División a finales de los años sesenta, el club fabril no pierde potencial y lucha denodadamente por acceder a encontrarse entre los dos primeros clasificados, no consiguiéndolo por poco margen. Durante este quinquenio la sociedad de Llaranes cuenta con un filial en Primera Regional que viste camisa blanca con pantalón azul, el Siderúrgico Ensidesa y otro en Segunda Regional, el C.D. Bosco Ensidesa  - club este que más tarde cambiará a Atlético Ensidesa -, disfrutando de un vivero de futbolistas que se forman en los cinco campos del complejo de La Toba y el Campo de La Carbonilla.

A principios de los años setenta la cantera granate es toda una realidad y fruto del gran trabajo realizado el C.D. Ensidesa adelanta en las primeras temporadas al Real Avilés C.F. en las clasificaciones finales del grupo de Tercera División que ambos comparten. La proyección de los de Llaranes es innegable y tras dar muestras de su potencial en la campaña 72/73, ál término de la edición 74/75 consiguen ascender a una Segunda División donde su estancia será breve. Los blanquiazules del núcleo histórico de Avilés pasarán por Categoría Regional y más tarde por una Tercera División que ya es cuarto nivel, contratando a buena parte de sus plantillas procedentes de clubs foráneos mientras los granates compiten en Segunda División B, una categoría nueva creada en 1976 a caballo entre Segunda y Tercera División que pretende ser refugio de los cabecillas de los clubs modestos y de aquellos históricos en horas bajas.

Iniciados los años ochenta el sector minero y por ende la industria siderúrgica atraviesa una gran crisis económica por asuntos relacionados con la reconversión industrial que dispone el Gobierno para adecuarse a lo que exige el mercado internacional europeo, afectando a todos los sectores de la ciudad y no siendo el fútbol ajeno a estos. Al término de la campaña 81/82 el C.D. Ensidesa desciende a Tercera División y en la temporada 82/83 ambos clubs avilesinos han de encontrarse en dicha categoría. Los rumores acerca de una posible fusión pasan de la calle a las directivas y el 8 de junio de 1982, tras varias reuniones entre directivos granates y blanquiazules, se efectúan plebiscitos mediante sendas asambleas extraordinarias en los dos clubs. Los socios del Real Avilés C.F. presidido por Manuel Martín Ledesma la rechazan por 149 votos a favor y 164 en contra, mientras que los del C.D. Ensidesa presidido por Juan Muro de Zaro la aprueban por 131 votos a favor y 84 en contra.

HISTORIA DEL CLUB:

1983 – 1990

Ante la falta de quorum la pretendida fusión queda estancada, presentándose un campeonato de Liga 82/83 en el que los industriales son líderes desde el principio. Los dirigentes de ambos clubs no dan su brazo a torcer y desde finales de 1982 las conversaciones se reemprenden con el ánimo de limar las asperezas que han provocado el fracaso en las urnas. De un lado la directiva realista presidida desde 1983 por Juan Manuel Llera Arrojo teme por una desaparición de la entidad blanquiazul sumida por entonces en graves problemas económicos mientras desde el punto de vista granate, Juan Muro de Zaro es consciente de que las subvenciones que recibe por parte de Ensidesa tienen los días contados y necesita labrarse el futuro. La fusión es la única solución para el futuro del fútbol local y prontamente se ponen sobre la mesa los puntos que separan a unos de otros. Estos están delimitados en el nombre y colores a adoptar, teniendo ambos claro que deben llegar a la fusión sin deudas a sabiendas de que el club resultante será totalmente nuevo y no una fusión en la cual uno de los dos absorba al otro cubriendo sus desarreglos presupuestarios. Tras reducir considerablemente durante 1983 el Real Avilés C.F. sus deudas y concienciar a sus socios de la necesidad imperiosa de la fusión, ambas directivas deciden el 14 de abril que el nombre de la ciudad irá en primer orden seguido por una referencia al club de Llaranes y se conservarán toques granates en la nueva indumentaria que será blanquiazul. Muro de Zaro se vuelca con el proyecto al igual que su homónimo Llera Arrojo que parte con la idea de la fusión como bandera, realizándose un nuevo plebiscito mediante sendas asambleas extraordinarias practicadas el 10 de mayo de 1983. En esta ocasión cuaja la fusión y los blanquiazules la apoyan con 333 votos a favor por 101 en contra mientras los granates dan el sí con 199 votos a favor y 93 en contra.

Deportivamente es un buen año y dentro del torneo liguero los blanquiazules son decimoterceros mientras los industriales resultan Campeones de grupo. El conjunto granate conseguirá en la Promoción superar a Levante U.D.; 2-0 en casa y 1-0 en Valencia, y al Aranjuez C.F.; 3-1 en casa y 2-1 en la ciudad madrileña, logrando el ascenso a Segunda División B. El 1 de julio de 1983 es refrendada la fusión que cuenta con el beneplácito de la Federación Asturiana quien tiene el detalle de conservar el número de registro de los realistas con el nº 1001, siendo el nombre elegido el de Real Avilés Industrial C.F., vistiendo camisa blanquiazul con pantalón azul y detalles granates en ambas prendas. Presidente electo resulta el industrial granate Juan Muro de Zaro, artífice principal del acontecimiento cuyo club aporta su dinámica estructura, poderosa cantera y practicamente toda su plantilla, mientras el terreno de juego será el realista Estadio Román Suárez Puerta, ocupando el nuevo club la plaza que el C.D. Ensidesa ha obtenido recientemente en Segunda División B.

Definida la fusión, la sociedad inicia su andadura compitiendo en la categoría de bronce durante una campaña 83/84 en la que pasa por numerosísimos problemas para mantenerse finalizando decimosexto. En la sesión 84/85 no tendrá tanta fortuna y desciende a Tercera División tras ser decimonoveno. Su papel en la última de las categorías nacionales no es el deseado por toda su afición y el conjunto blanquiazul queda tercero fuera de los dos primeros puestos que dan acceso a la Promoción. En el verano de 1986 la RFEF confirma en base al número de clubs inscritos en la Federación Asturiana que esta dispondrá de tres plazas para concurrir en la temporada 87/88 en el campeonato de Segunda División B ante la inminente reestructuración que va a sufrir esta categoría, resultando el club avilesino segundo en Liga y consiguiendo retornar a la categoría de bronce.

Consciente de su amargo paso anterior, la directiva refuerza la plantilla y esta no le defrauda, pues queda subcampeón a escasos seis puntos de la S.D. Eibar quien asciende. La Segunda División se convierte en el objetivo prioritario de la entidad y tras ser cuarto en la campaña 88/89, en la temporada 89/90 con Vicente González-Villamil en el banquillo lleva a cabo un gran torneo y se proclama Campeón perdiendo tan solo cuatro encuentros, consiguiendo ascender a Segunda División A por primera vez en su corta carrera y siendo el tercer club de la ciudad en hacerlo.

1990 – 2000

El club que preside José Eloy Rodríguez para dar cobijo a su exultante afición en esta nueva categoría, se traslada al Campo Muro de Zaro, con mayor capacidad, estrenándose en Segunda División con González-Villamil como técnico y realizando un campeonato aceptable en el que finaliza en noveno puesto. En la temporada 91/92 el rendimiento a domicilio del club asturiano desciende notablemente y la entidad pierde su plaza en la categoría de plata al ser decimonoveno coincidiendo con un año en el que inicia su transformación en sociedad anónima deportiva bajo el precepto de la Ley del Deporte, trámite por el cual cambia a Real Avilés Industrial Club de Fútbol, S.A.D.

Nuevamente en Segunda División B, durante la campaña 92/93 intenta poder entrar dentro de los cuatro primeros clasificados en vistas a  promocionar, pero finalmente es sexto. Desmoralizado y con la obligación de renovar su plantilla, la temporada 93/94 es desastrosa y a punto esta de descender a Tercera División tras ser decimoquinto y coquetear con la zona baja. Después de una campaña de transición como la 94/95 donde finaliza décimo, en la sesión 95/96 es tercero y consigue entrar en la ansiada Promoción. En esta fase no obtiene las expectativas depositadas a priori y el club blanquiazul es tercero en un grupo muy igualado superado por Levante U.D. y Córdoba C.F., siendo colista el Racing Club de Ferrol.

Tras este éxito clasificatorio algunas de sus figuras migran a otras entidades y la calidad de su plantilla se ve afectada siendo décimos en la temporada 96/97, tornándose aún la situación más preocupante en la campaña 97/98 al ser decimosextos y tener que defender su plaza en la Promoción de Permanencia. En esta eliminatoria se enfrenta al Zamora C.F., empatando 0-0 en casa e imponiéndose en la vuelta por 1-3. Pasado el susto son novenos en la temporada 98/99, pero en la siguiente campaña 99/00 vuelven a las andadas y quedan una vez más decimosextos. En esta ocasión la fortuna no les acompaña y no superan la primera eliminatoria frente al Talavera C.F.; 3-1 en la localidad toledana y un insuficiente 1-0 en casa, pasando a una segunda eliminatoria Final en la que descienden al caer ante el Novelda C.F.; 1-0 en la localidad alicantina y 1-1 en casa. En este periodo cabe destacar que en el año 1999 estrenan un remozado Estadio Román Suárez Puerta que ha sido profundamente modificado dotándolo con dos amplias tribunas que hacen olvidar el vetusto aspecto anterior, feudo de gran parte de la historia del fútbol local.

2000 – 2010

El cambio de milenio no deja un buen sabor de boca en la afición local, quien de nuevo en Tercera División ve como su equipo es séptimo en Liga durante la temporada inicial 00/01 y no consigue promocionar. Afortunadamente en la campaña siguiente 01/02 son subcampeones de Liga y en la Promoción se imponen a C.F. Palencia, C.D. Atlético Navalcarnero y S.D. Compostela B, consiguiendo retornar a Segunda División B, el tercer nivel nacional.

El reencuentro tras dos años de ausencia es discreto pues dos son los técnicos que ocupan en banquillo, José Manuel Muñiz primero y Fabri González después, ocupando el decimotercero puesto tras la conclusión del torneo. A principios de la temporada 03/04 los problemas económicos aparecen en la entidad y el Real Avilés Industrial C.F. padece en lo deportivo sus consecuencias, obteniendo solo cuatro victorias en el campeonato con el nuevo paso de dos entrenadores, Ramiro Solís y Amador Alonso, cerrando el torneo como colista. La entidad blanquiazul empieza en este cuarto nivel un verdadero via crucis que le sumerge en una posición muy alejada de su brillante palmarés, siendo el aspecto que ofrecen las gradas del Suárez Puerta muy distinto del que disfrutaron años atrás. Sexto en la campaña 04/05, octavo en la edición 05/06 y nuevamente sexto en la sesión 06/07 hacen mella en la afición, tocando fondo en las campañas 07/08 y 08/09 al ser en ambas undécimos. La década la cerrará siendo noveno en la temporada 09/10, alejado de los puestos de cabeza y sin opciones reales de entrar en los puestos de Promoción.

2010 – 2020

La sociedad que preside José María Tejero decide mediante junta de accionistas celebrada el 30 de diciembre de 2010 iniciar el trámite para suprimir el término “Industrial” que heredase por parte del C.D. Ensidesa y fuese innegociable para llevar a cabo la fusión, hecho que duele profundamente a los socios procedentes del club de Llaranes y que desemboca en la adopción del nuevo nombre de Real Avilés Club de Fútbol, S.A.D.  en sesión celebrada el 27 de marzo de 2012.

Dentro del aspecto deportivo y en plena campaña 11/12, el conjunto blanquiazul se proclama subcampeón del grupo asturiano tras el Caudal Deportivo, obteniendo el pase a la Promoción en donde es eliminado en Cuartos de Final por el Coria C.F.; 0-0 en el encuentro disputado en la localidad sevillana e infructuoso 2-2 en casa. Cuando todo parecía condenarle a jugar una temporada más en Tercera División, el descenso administrativo al que son sometidos varios clubs de Segunda División B por impago, le permite presentar su candidatura a una de estas plazas que han quedado libres, depositando para ello 190.000 euros en la sede de la RFEF, organismo que finalmente lo acepta en la categoría de bronce en sustitución del C.F. Palencia, uno de los damnificados.


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