El Estadio Municipal de Atocha fue un estadio de fútbol español, el segundo que tuvo la Real Sociedad en su historia, siendo utilizado durante casi 80 años. Fue precedido por Ondarreta, el primer campo de la Real, situado en el barrio de El Antiguo de San Sebastián y predecesor del actual Estadio de Anoeta.
Fue inaugurado en 1913 en un partido contra el Athletic Club. Llegó a tener una capacidad aproximada de 27.000 espectadores. Dejó de utilizarse en 1993 y se demolió algunos años más tarde, construyéndose en su lugar viviendas de protección oficial.
El último gol en partido oficial en este campo lo marcó el jugador de la Real Océano, aunque días más tarde se celebró un partido entre la Real Sociedad y la Selección de Euskadi como despedida.
Durante 40 años estuvo al cuidado del campo un conserje ex-jugador de la Real Sociedad, el pasaitarra Amadeo Labarta Rey, teniendo su vivienda dentro del estadio.
El motivo del cambio de Atocha a Anoeta fue, el altísimo coste que suponía adaptar el campo a las normativas impuestas por la UEFA en el plano de la seguridad, para más inri cada vez acudía más gente y Atocha se quedaba pequeño.
Es demolido y en dicha ubicación se crearon viviendas de VPO.
En San Sebastián se añora con gran nostalgia el desaparecido estadio ya que acercaba la grada al césped, tanto que casi les echaban el aliento a los jugadores, para los rivales era una olla a presión que estallaba para intimidar al rival.
Pese a todo no podemos olvidar que sus viejas instalaciones concurrían un riesgo, ya que bocas de incendio, y una posible evacuación del estadio hacían de Atocha un recinto potencialmente peligroso, aunque es bonito ver recordar y hasta imaginar cómo se sentiría la gente y los jugadores en ese escenario, se respiraba a futbol un respirar que tenía como pulmón Atotxa y que creo que todos recordamos esas imágenes de días de lluvia con las áreas embarradas y la afición empujando a la Real. En Atocha si había futbol.
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