Papin estuvo seis temporadas en el Olympique viviendo sus mejores años como futbolista. Ese mismo verano, el delantero galo acudía con su selección al Mundial de México. Francia llegaba como campeona de Europa, y los bleus contaban con un equipo plagado de estrellas que buscaba certificar su buen momento. Platini, Luis Fernández o Tigana tenían la última oportunidad para brillar en una Copa del Mundo. Junto a ellos, un joven y prometedor delantero abría el marcador en el partido de debut frente a Canadá.
En Marsella, Papin se hizo con cuatro ligas quedando máximo goleador en cinco de las seis temporadas que vistió la zamarra del club marsellés. Unas cifras apabullantes. Y es que Jean-Pierre era un delantero implacable, con un soberbio remate con ambas piernas, rápido y oportunista. Dentro del área era casi imparable y a pesar de su baja estatura su buen nivel físico le permitió bregar con centrales mucho más altos.
El 29 de mayo de 1991, su equipo llegaba a la final de la Copa de Europa. En frente, el Estrella Roja. Una final inédita entre dos equipos plagados de grandes jugadores. En el conjunto yugoslavo, Savicevic y Prosinecki destacaban como perlas de futuro. Junto a Papin, estaban Waddle, Abedi Pelé o Basile Boli. Al final, hubo de llegarse a la tanda de penaltis donde el Estrella Roja logró levantar la Copa de Europa. Papin tuvo que conformarse con ser nombrado Balón de Oro al término de esa temporada.
Tras sonar para clubes como el Barcelona, el delantero galo acabó vistiendo la camiseta del Milan. Llegaba con 29 años y con la misión de renovar un plantilla que había perdido el liderazgo europeo. Sin embargo, Papin no llegó a deslumbrar en Italia. En su primera temporada volvía a disputar una final de la máxima competición europea. El Olympique de Marsella lograba, esta vez sí, su trofeo. Papin, que salió al campo en la segunda parte sustituyendo a Donadoni, no pudo hacer nada para evitar el triunfo de sus ex compañeros.
El delantero galo, que ganó dos ligas en Italia, también tiene en su palmarés una Champions League. Su equipo destrozó al Dream Team de Cruyff en Atenas, pero Papin no llegó a jugar aquella final. En 1994 dejaba el calcio por la puerta de atrás para aterrizar en el Bayer Múnich. Las lesiones, que en sus últimas temporadas en activo perjudicaron su fútbol, asolaron al delantero francés que tampoco pudo brillar en Alemania.
Finalmente, se despidió del fútbol profesional con un paso por el Girondis de Burdeos y por el En Avant Guingamp de la Segunda División francesa. El discreto rendimiento que le acompañó en los últimos años no empaña la trayectoria de uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol francés.
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